Abstract:
La globalización produce cambios trascendentales en la forma del trabajo y su organización, que se pueden comparar con lo acontecido en la Revolución Industrial, cuando se produjo una migración del trabajo rural o del campo y del artesanal hacia las fábricas, que transformó profundamente todos los campos sociales. Del mismo modo, hoy en plena revolución 4.0 la tecnología y las comunicaciones estimulan la producción del conocimiento y han propiciado cambios y alteraciones fundamentales en la forma de vivir y trabajar; sin embargo, la gran diferencia es que esta se ha gestado en una sola década, mientras que la industrial se produjo a lo largo de cien años e incluso países poco desarrollados aún permanecen en esa etapa histórica. El asumir que la globalización es un fenómeno irrefutable que beneficia a algunos, pero que ha generado críticas sobre todo en países en vías de desarrollo como el nuestro, es una realidad incontrovertible. Para quienes aplauden el fenómeno global este es el aprovechamiento del poderío económico y político, los que la controvierten basan su posición en el desempleo, la informalidad, los cambios en la legislación laboral en detrimento de los intereses del empleado y de su calidad de vida, así como en la pérdida de empleo semicalificado por la contratación de grandes empresas y corporaciones en países pobres, que ofrecen mano de obra barata y menores impuestos.
Description:
Globalization produces transcendental changes in the form of work and its organization, which can be compared with what happened in the Industrial Revolution, when there was a migration of rural or field work and artisanal work to factories, which profoundly transformed all fields. social. Likewise, today, in the midst of the 4.0 revolution, technology and communications stimulate the production of knowledge and have led to fundamental changes and alterations in the way of living and working; However, the big difference is that this was created in a single decade, while the industrial one occurred over a hundred years and even less developed countries still remain in that historical stage. The assumption that globalization is an irrefutable phenomenon that benefits some, but that has generated criticism especially in developing countries like ours, is an incontrovertible reality. For those who applaud the global phenomenon, this is the use of economic and political power; those who dispute it base their position on unemployment, informality, changes in labor legislation to the detriment of the interests of the employee and their quality of life, as well as in the loss of semi-skilled employment due to the hiring of large companies and corporations in poor countries, which offer cheap labor and lower taxes.