Tendencias del fundraising y su autonomía disciplinar

Abstract

El propósito de este eje es traer al plano de la aplicación práctica, la “ciencia” del fundraising junto con sus técnicas y mecanismos para la captación de fondos para que un proyecto de innovación social cumpla sus objetivos de manera exitosa enmarcado en el contexto del desarrollo y el cambio social. Sin embargo, desde el punto de vista de los objetivos de esta Maestría y especialmente en los contextos de formación y desarrollo profesional colombianos se encuentran algunas dificultades que este curso busca en cierta forma remediar: En primera instancia, el fundraising, a secas, no es considerado en el país como una disciplina académica y profesional, y por lo general se le ha asimilado a una simple técnica accidental y en cierta forma improvisada para captar fondos, sin que cuente con sus propios códigos deontológicos de los cuales se puedan derivar investigaciones en su propio ámbito disciplinario. Esto no es así en Estados Unidos, donde a mediados del siglo pasado, y a partir de acciones filantrópicas ligadas estrechamente con el sector empresarial y la creciente voluntad de los ciudadanos americanos en general y las organizaciones del tercer sector de donar a causas sociales, como se mencionó en el eje 1, se desarrolló académica y profesionalmente todo un cuerpo axiológico y conceptual para llegar a comunidades de donantes americanos, así como el desarrollo de una ciencia con sus propios los métodos para captar recursos por parte de verdaderos profesionales del fundraising (perspectiva americana). Tampoco en España, donde en los últimos 15 años se ha desarrollado como profesión a través del fortalecimiento de asociaciones profesionales y entidades de formación, incluso universidades, que efectivamente consideran el fundraising como una disciplina independiente en desarrollo que complementa la acción del Estado o del sector privado en la consolidación del Estado del Bienestar (Perspectiva Europeo-Continental). En segundo lugar, no existe un reconocimiento claro sobre el papel del fundraiser, entendido como un profesional que responde y se comporta con autonomía para tomar decisiones, conocedor de un cuerpo sistémico de conocimientos y habilidades que lo caracterizan y diferencian de otros profesionales, que se autorregula e identifica como profesional y responde con sentido ético, altruismo y dedicación, al servicio de su profesión. En muchos lugares, y Colombia no es la excepción, se le asimila a un profesional de las relaciones públicas o experto en mercadeo social.